El lado osCURRO

Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy lejana...

O no tanto. Fue hace treinta años y en esta galaxia, pero ahora estalla la guerra.

Andrew Ainsworth fue uno de los diseñadores de Star Wars; entre sus creaciones está el célebre uniforme de los Stormtroopers, el siniestro ejército del Imperio. Por ese trabajo cobró £ 30.000 (libras esterlinas) en 1976.

En 2004 encontró en un armario de su casa uno de los cascos originales y decidió que podía hacer su propio negocio: vender réplicas de cascos y uniformes de Stormtroopers a £ 1.500 cada uno, obviamente sin autorización alguna por parte de Lucasfilm, propietaria del diseño.

Lucasfilm demandó a Ainsworth en 2006 por infracción a los derechos registrados y un juez de California le dio ganada la demanda en concepto de daños y perjuicios por... ¡10 millones de libras!

El tema es que el diseñador es ciudadano británico y Lucasfilm debe validar ese juicio en la Corte Suprema inglesa, por lo que de momento viene zafando.

En su defensa, Ainsworth emitió una contrademanda reclamando que el copyright expiró y que si aún existe le corresponde al diseñador, quien quedó afuera de toda regalía que obtuvo la saga.

La definición de este complejo juicio se sabrá en los próximos días.

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