Ayer falleció, a sus 75 años, Roy Scheider.
Poco antes de su muerte había terminado de filmar Iron Cross, una película de bajo presupuesto que está pronta a estrenarse. Lamentablemente los films serie B fueron el refugio de este gran actor en la última etapa de su vida, ya que no era convocado por las grandes productoras (una excepción reciente fue un breve papel como el padre del protagonista en El Castigador) y hablamos de alguien que estuvo en el candelero de los blockbusters hasta mediados de los '80.
Alguien que tuvo roles protagónicos en filmes como Contacto en Francia, Maratón de la Muerte, Relámpago Azul o 2010: El Año que Hicimos Contacto. O, fuera de las películas que inspiran esta página, como el alter ego de Bob Fosse en su brillante autobiografía El Show Debe Seguir; o en el telefilm Jacobo Timerman: Prisionero sin Nombre, Celda sin Número, donde encarnaba al recordado periodista argentino cuando fue apresado por la dictadura militar.
Pero sin duda su papel más recordado fue el del jefe de policía de Amity, Martin Brody en Tiburón y su secuela.
Descansa en paz, Roy Scheider.
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