Uwe Boll, el director alemán blanco de las críticas yanquis, cometió su tercer traspié consecutivo. Sus anteriores defecciones fueron la vampírica BloodRayne y la adaptación del videojuego Alone in the Dark, sendos fracasos de taquilla... pequeñeces al lado de la estrepitosa hecatombe de la recientemente estrenada (allá) In the Name of the King: A Dungeon Siege Tale, adaptación de otro videojuego, esta vez de espada y brujería, protagonizado por Jason Statham y Ray Liotta.
La hecatombe fue tan estrepitosa que de los 70 millones de dólares que costó, en el primer fin de semana recaudó sólo 3 millones. Mientras muchos insisten en que esto marca el fin de la carrera del alemán, al menos en lo que a grandes presupuestos respecta, Boll insiste en lo suyo y ahora planea otro film de videojuego: Zombie Massacre.
Seguí así que te vas a tener que meter ese dedito...
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